Mi ayuda, ¿de dónde viene? | Edwin Tejada
Levanto
la vista hacia las montañas, ¿viene de allí mi ayuda? ¡Mi ayuda viene del
Señor, quien hizo el cielo y la tierra! Él no permitirá que tropieces; el que
te cuida no se dormirá. En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se
adormece. ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra
protectora. El sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche.
El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida. El Señor te protege al entrar y
al salir, ahora y para siempre.
Salmos
121:1-8 NTV
Hay
situaciones en las cuales con la duda, pensamientos y acciones damos
a demostrar nuestra falta de fe, confianza y dependencia de Dios, lo cual le
puede pasar a cualquier persona, pero no debemos dejar que esto sea costumbre.
Ciertamente,
Dios ha prometido cuidarnos porque somos sus hijos, pero como hijos debemos ser
dependientes de Él, ser como niños con madurez, es lo que determinará la
diferencia entre hijos entendidos y los inmaduros.
Creer en
Dios puede ser un acto hecho por multitudes, pero vivir en obediencia y
dependencia, es otra historia.
Seamos
coherentes en nuestro accionar, creer en Dios puede ser un acto hecho por
multitudes, pero vivir en obediencia y dependencia es otra historia, requiere
de un precio, proceso, compromiso, muerte de ego, responsabilidad e identidad
definida para poder realmente representar una naturaleza pura heredada de Dios.
Si Dios
nos ha creado, Él tiene el poder de transformarnos.
Recuerda,
Dios no se ha olvidado de ti, si necesitas ayuda, debes buscarla sólo en el
Señor, Él hizo los cielos y la tierra y todo lo que hay. Si Dios nos ha creado,
Él tiene el poder de transformarnos. ¡Él es nuestro socorro! En medio de
cualquier tempestad Dios es Rey, cuando ponemos nuestra confianza en Él, y
dejamos el afán, Él hace que tengamos paz en medio de las dificultades.
Debemos
dejar que esta escritura se haga realidad en nosotros:
Estad
quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
Salmos 46:10 RVR1960
Edwin
Tejada
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Levanto la vista hacia las montañas, ¿viene de allí mi ayuda? ¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra! Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece. ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora. El sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche. El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida. El Señor te protege al entrar y al salir, ahora y para siempre. Salmos 121:1-8 NTV
Hay
situaciones en las cuales con la duda, pensamientos y acciones damos
a demostrar nuestra falta de fe, confianza y dependencia de Dios, lo cual le
puede pasar a cualquier persona, pero no debemos dejar que esto sea costumbre.
Ciertamente,
Dios ha prometido cuidarnos porque somos sus hijos, pero como hijos debemos ser
dependientes de Él, ser como niños con madurez, es lo que determinará la
diferencia entre hijos entendidos y los inmaduros.
Creer en Dios puede ser un acto hecho por multitudes, pero vivir en obediencia y dependencia, es otra historia.
Seamos
coherentes en nuestro accionar, creer en Dios puede ser un acto hecho por
multitudes, pero vivir en obediencia y dependencia es otra historia, requiere
de un precio, proceso, compromiso, muerte de ego, responsabilidad e identidad
definida para poder realmente representar una naturaleza pura heredada de Dios.
Si Dios nos ha creado, Él tiene el poder de transformarnos.
Recuerda,
Dios no se ha olvidado de ti, si necesitas ayuda, debes buscarla sólo en el
Señor, Él hizo los cielos y la tierra y todo lo que hay. Si Dios nos ha creado,
Él tiene el poder de transformarnos. ¡Él es nuestro socorro! En medio de
cualquier tempestad Dios es Rey, cuando ponemos nuestra confianza en Él, y
dejamos el afán, Él hace que tengamos paz en medio de las dificultades.
Debemos
dejar que esta escritura se haga realidad en nosotros:
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
Salmos 46:10 RVR1960
Edwin
Tejada